Hugo Gilberto Cifuentes Navarro (Otavalo, 1923 – Quito, 2000), uno de los más reconocidos fotógrafos del Ecuador, refinado retratista de las costumbres y prácticas culturales de su pueblo, se inició en su oficio siendo niño, como ayudante de fotógrafos de barrio. En los años 30 –redordaba– “en Quito había pocos fotógrafos, eran apenas una media docena, de los cuales dos o tres hacían fotografía artística. La gente, por esa época, veía a la fotografía como un misterio, las fotos eran algo mágico. No era arte, era más bien un lujo, porque retratarse con vestidos de moda, peinados y paseos en La Alameda no era cosa de todos los días, y hasta los más pobres iban trajeados para fotografiarse”. A los 21 años abrió su propio estudio fotográfico, que lleva su nombre y todavía existe en Quito. Desde muy joven expuso sus trabajos, la primera muestra fue en su pueblo natal, luego en la Capital y después en Brasil, México, Cuba, España. En 1983 ganó el premio Casa de las Américas. El Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, de Buenos Aires, acaba de exponer una retrospectiva de su obra, “Hugo Cifuentes, maestro de la fotografía ecuatoriana”, desde el 30 de julio hasta el 27 de septiembre de 2015.
