Charlie Watts

Escribe León Pablo Maturana

El rock & roll y el jazz, pero fundamentalmente, los fans de los bateristas han perdido a un referente excepcional. El autor de esta nota –también baterista– destaca las particularidades, la calidad poética y la gama de sonidos que lograba Watts en cada ejecución.

Héroe de la batería, uno de los artistas más influyentes de la historia en su instrumento. Su swing increíble, su tempo, su gama de sonidos, la manera poética y mágica, aportaron una base gigantesca a todas las canciones de los Rolling Stones, convirtiéndolas en lo que son. Se lo ha definido como uno de los bateristas más importantes desde que el instrumento existe como tal. No existe discusión al respecto. Bastaría con chequear la opinión de los más grandes artistas de la batería de hoy y de siempre para cerrar el tema.

El sentimiento de vacío es inevitable a nivel mundial. Los Rolling Stones –un fenómeno artístico que atraviesa todas las generaciones desde sus inicios– trascienden todos los estratos sociales y son parte muy importante de la cultura popular a nivel planetario.

Argentina es sin duda uno de los países que ha vibrado en esa cultura. El romance de Keith Richards con el público argentino, luego de su presentación solista en Vélez, lo confirma, desembarcando con toda la banda en la impresionante e inolvidable gira “Voodoo Lounge” en Buenos Aires, convertida en sede de numerosas actuaciones posteriores de los Stones.

Esto no es casual. El profundo amor de muchas generaciones, sin distinción de clase social, nivel socio-cultural o cualquier categoría que pudiese ponerse sobre la mesa, es tan grande y perdurable en Argentina que ha conmovido en numerosas oportunidades a todos los miembros de la banda.

Por eso en Argentina, más allá de la partida de un enorme artista, dueño de un sonido único, de un swing único, de un talento totalmente indiscutible, de una musicalidad y sensibilidad gigantes, uno de los bateristas más grandes de toda la historia, se llora y se siente el vacío que deja una despedida impensada. Se fue uno de los que no pensamos que algún día se iría. Uno de los dueños y artífices de la felicidad, el ritmo, la electricidad corporal imposible de disimular, la complicidad implícita. Y la identificación de lo alternativo y lo marginal que significan entre muchas otras cosas los Stones.

Por estos días, también en Argentina, se despide a un caballero elegante, digno de admiración en muchos sentidos, pero por sobre todo a uno de los más grandes iconos de una cultura. Su imagen se agiganta como una supernova y confirma que hay algunas cosas que nunca morirán. Por el contrario, ya están en el corazón de la humanidad. Larga vida al Rock and Roll.

León Pablo Maturana es músico, Drum Doctor, baterista de sesión, actualmente con Miguel Cantilo, Pablo “Sarcófago” Cano y Estudios de Grabación Panda.