Escribe Víctor Delgado
El canto austero y profundo de la llanura
Cristian Demarco, Rodrigo Terrón y Fernando Di Marco, dieron los primeros pasos musicales en Coronel Dorrego, en el Coro Municipal que dirigía el padre de uno de ellos, el recordado músico y poeta Rubén Terrón. En 2009 se unieron en un trío para abordar un repertorio de raíz folclórica, con obras consideradas “tradicionales”, aunque con un estilo que rebosa personalidad y calidad interpretativa.
A “Caminos” el CD que acaban de presentar en formato virtual, lo preceden otras dos producciones discográficas: “De tardecita” (2015) y “Para volver” (2018). En ambos trabajos fue posible atisbar la marca genuina de una propuesta estética que han logrado desplegar con rotundez en este nuevo registro que ya puede escucharse íntegro en la plataforma Spotify.
Hay cierta reminiscencia a las primeras formaciones musicales de nuestro folclore. Sin embargo están despojados de toda carga tradicional. Ambas guitarras (la de Di Marco y Terrón) entregan un sonido que no abunda en las actuales formaciones folclóricas. Una combinación de sobriedad, buen gusto y mucha pureza en el toque que no es académico pero que recurre a cierta elaboración. En los dos músicos hay un pulimiento –seguramente cavilado al calor de las tenidas puebleras– sin encorsetarse en prejuicios estéticos. El resultado es un tañido campero, terso, de acendrada sensibilidad y reposado. La voz de Demarco es sobresaliente. Tiene el registro exacto para el repertorio que bien saben escoger. Con un timbre privilegiado, logra emocionar con las cadencias –naturales en él– de un auténtico cantor de llanura. Aunque el repertorio trasciende los ritmos regionales, hay una enjundia que los sitúa en ese lugar del canto austero y profundo de la pampa bonaerense.
En “Caminos” ofrecen una buena nómina de composiciones propias y otras colaboraciones de compositores de la talla de Claudio Agrelo y Martín Alemán. Entre ellas, se destacan el Estilo “Ilusión de un recuerdo” de Agrelo y Rodrigo Terrón, y “Del color de la uvas”, una milonga de Rubén Terrón. Además incursionan en obras tradicionales como “El tirador Plateado”(Anónimo-Gardel) y “Estación de vía muerta” (Luis D. Berho-Chamorro).
El “Trío Demarco, Terrón, Di Marco” es mención honorífica del Fondo Nacional de las Artes por sus composiciones criollas. Ha recorrido numerosos escenarios, en el país y el exterior, como su gira por Dinamarca y el verano pasado en Uruguay, siguiendo “los caminos de Osiris Rodríguez Castillo”.