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Todo lo que no debemos olvidar

por Julian Monti

Escribe Emilia Demichelis

Impresiones de Pandemia. A la primera línea, la muestra de Diana Dowek que se puede ver hasta el 13 de marzo en el Pabellón de las Bellas Artes de la UCA.


El cielo es un croma perfecto, el sol lo quema todo. Adentro, en una sala de frío quirúrgico y contraste profundo con ese afuera de intenso verano porteño, las pinturas de Diana Dowek.

A primera vista, tengo la impresión de que sólo estoy ingresando a una muestra más de pintura. La camilla, en un extremo de la sala, quizás también me excede en esos primeros minutos.

Con la inquietante tranquilidad que brindan las salas de ese tipo –para acceder hay que atravesar varias postas de seguridad/control–, apoyo mis cosas en una silla y me dejo abrazar lentamente por la pintura.

Algo me inquieta, algo que aún no sé cómo empezar a describir.

El primer recuerdo que me aborda es una escena que vi en mayo de 2020 desde el balcón de mi casa, y que a la sazón se repetía en tantos lugares: dos personas se abrazaban fuertemente bajo la luz verde ondulante de una ambulancia, antes de que esos sujetos con atavíos dignos de la ciencia ficción se llevaran a uno de ellos; ése podía ser el último abrazo.

Entonces comienzo a entender algo de lo que me incomoda de las pinturas, y quizás por qué, en realidad, no es una muestra más, como me parecía al principio.

Porque cuando todo pase –porque todo va a pasar–, cuando miremos hacia atrás y todo se reduzca a un episodio más de la historia –una pandemia, con una cifra de muertes, como otras tantas que hubo y habrá en el futuro– lo que quizás perdure sean las pinturas de Diana Dowek. Serán, tal vez, como la emblemática Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires, de Blanes, y otras que tallaron la memoria de las pestes de otros siglos.

Primera Línea IV. Pintura acrílica sobre tela. 2021. Cita Joe C. Hong – AP file

Allí radica la potencia absoluta de este conjunto de obras. Porque con cada día que transcurre, alejándonos de a pasos de la incertidumbre, del asombro y del dolor de estos años aciagos, esas pinturas cobran más fuerza.

Como una antigua recolectora, se puede imaginar a la artista seleccionando, frente a una pantalla, imagen tras imagen de las diferentes agencias de noticias del mundo, buscando un hilo conductor visual que permita armar un relato común a todos los pueblos.

La fuerza de estas pinturas arrasa con lo endeble de la virtualidad. En la vorágine del mundo digital, una imagen reemplaza a otra de manera infinita; una situación tapa a otra: todo pasa, fugazmente. Pero en medio de esa abrumadora acumulación de imágenes, la pintura recorta un fragmento de virtualidad y lo trae a la materia.

Desesperación. Primera línea III. Pintura acrílica sobre tela. 2021. Cita: Susana Vera – Reuters.

Diana Dowek materializa un mundo de nuevas imágenes (a pesar de que con el vértigo de la sobreinformación tenemos la sensación de que envejecieron prematuramente). Esas imágenes cuyo destino estaría signado –de lo contrario– por la fugacidad del tiempo o de la virtualidad, las extrae del campo de lo intangible y las trae a la materia como un demiurgo fuera de época. Pero con la mirada puesta en el futuro. Quién, sino ella, podría haber pintado la memoria del presente para el futuro.

Me atrevo a pensar que la denuncia, presencia constante en toda la obra de Diana Dowek, ha cedido lugar en estas pinturas a la esperanza. Y también a la convicción absoluta –luego de una larga e intensa práctica artística y política, que a su vez marca la profunda razón de su existencia– de que no nos salvamos solos: nos salvamos con otros, somos más fuertes en el hacer con otros. Esto supo verlo en los trabajadores de la salud, unidos en el campo de batalla que es el mundo mismo, poniendo sus cuerpos para salvar otros cuerpos; cuerpos que atraviesan de la mano la pandemia –la peste– y las vicisitudes de la historia.

Las pinturas de Diana evocan todo lo que no debemos olvidar.

Diana Dowek

Pandemia. A la primera línea

Directora y co-curadora: Cecilia Cavanagh

Co-curador: Dardo Fabián Flores

Pabellón de las Bellas Artes – UCA

Alicia Moreau de Justo 1300

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Entrada gratuita.

Martes a domingo de 11 a 19 hs.

Cierre: Domingo 13 de marzo


Emilia Demichelis es artista, docente e investigadora.

Foto principal: La larga marcha. Diana Dowek. Pintura acrílica sobre tela. 2020. Cita: Agence France-Presse. Getty Images

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