Ernesto «Che» Guevara nació en 1928 en la ciudad de Rosario. Desde joven fue parte de la enorme corriente antimperialista y revolucionaria que recorría América. Médico, escritor y uno de los principales líderes de la Revolución Cubana triunfante en 1959, fue asesinado en 1967 en Bolivia. Su conducta, sus inquietudes y sus posiciones se reflejaron en numerosas películas, libros y canciones. Ofrecemos aquí algunos de ellos, que merecen ser revisitados.
Películas
Diarios de motocicleta, de Walter Salles, Brasil-Argentina-Chile-Perú, 2004.
Con la participación de Gael García Bernal en el papel del Che y Rodrigo de la Serna como su amigo Alberto Granado, la película ficciona el viaje que ambos emprenden en moto para conocer una América que saben inmensa, vital y sistemáticamente saqueada. El film pone el acento en la sensibilidad, la curiosidad, la justicia y honestidad en cada una de las acciones.
Che, un hombre nuevo, de Tristán Bauer, Argentina, 2009.
Película de gran valor documental. Con ella Tristán Bauer y Cristina Scaglione registran la búsqueda exhaustiva de los archivos militares en Bolivia y el gran aporte de documentos que la viuda del Che, Aleida March, fue compartiendo con Bauer en sucesivas entrevistas. Cartas, registros visuales y sonoros, material gráfico que constituyen una enorme contribución al conocimiento de la figura del revolucionario argentino. Bauer organiza en un relato cronológico sereno y preciso este documental indispensable.
Libros
El Che, de Rosa Nassif, Editorial Ágora 1988.
La autora (ver entrevista en este mismo sitio) analiza la acción revolucionaria del Che, tanto como sus elaboraciones teóricas en torno a temas como la posibilidad de la revolución en América Latina, la lucha armada y la destrucción del estado opresor, la necesidad de incorporar a las masas campesinas a esas tareas, el papel del proletariado, la lucha contra la monoproducción en Cuba, la relación entre incentivos materiales y morales en la construcción del socialismo, entre otros. También se refiere al encuentro del Che con Mao Tsetung en 1965, su intervención en la Conferencia de Argel ese mismo año, así como la experiencia guerrillera en Bolivia, en particular las circunstancias que rodearon su asesinato.
Che: la vida por un mundo mejor, de Pacho O´Donnell, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2003.
Es una de las biografías que mejor permiten reconstruir, de manera minuciosa, las distintas etapas de la vida del líder revolucionario a través de una diversidad de testimonios de aquellos que lo conocieron y lo acompañaron.
El Che y Bolivia. Recuerdos y reflexiones, de Luis Molinas, Editorial Ágora, 2018.
El autor narra su experiencia personal de 1967 cuando participa de una delegación de la FUA que viaja a La Paz en momentos en que aún no estaba claro si el Che estaba en Bolivia al frente de la guerrilla que allí se desarrollaba. Molinas cuenta ese viaje, sus conclusiones políticas y su regreso a la Argentina. Al poco tiempo, la noticia del asesinato del Che impacta en todo el mundo. El libro aporta elementos a la explicación de la derrota de esa guerrilla y de la muerte de su comandante. Una detallada descripción de la historia sociopolítica del país hermano, de su movimiento campesino, de sus luchas obreras, del nacimiento tardío de su PC en 1950 y su sujeción al PC soviético. También analiza las características históricas de las fuerzas armadas bolivianas y sus relaciones con distintos imperialismos, incluido el ruso. Asimismo, el autor intenta responder interrogantes cruciales: ¿Por qué el Che se fue de Cuba? ¿Por qué a Bolivia? ¿Había otra posibilidad? ¿Por qué se retira de Bolivia el único enlace entre Cuba y el Che? ¿Cuáles fueron los errores y cuánto hubo de traición en su derrota?
Cuba by Korda, Ocean Press, New York, 2006.
Este volumen contiene fotografías inéditas que tomó Alberto Díaz “Korda” como cronista de la Revolución Cubana. Autor de la imagen del Che que recorrió el mundo y se reprodujo infinidad de veces, que según recuerda la captó el sábado 5 de marzo de 1960 y que apenas pudo tomar dos cuadros de la escena.
Canciones
Tuve un amigo querido, de Atahualpa Yupanqui.
Hasta siempre, por Los Olimareños.