Escribe Víctor Delgado
Damos difusión a una versión inédita de “El Rocazo”, canción testimonial que fue interpretada, en 1972, por su autor mientras transcurrían los sucesos de la histórica pueblada conocida con ese nombre.
La Cantata, de origen europeo, fue mutando por siglos hasta encontrar sus formas acabadas como género pertinente para narrar hechos, en especial, referidos a aspectos religiosos o sucesos históricos; a veces, con tono crítico o para revelar asuntos que la historia formal no recogía.
Si sus primeros promotores fueron músicos de salón, y por lo tanto evolucionó hacia modos musicales elaborados, en nuestro continente la Cantata tuvo su desarrollo al calor de sucesos y rebeliones populares. Irrumpió en pleno siglo XX, asociada a “la canción de autor” y permeable a los ritmos folclóricos de la región. Su principal sostén fue “el canto con fundamento”, ligando su propio derrotero literario-musical con gestas históricas y grandes puebladas de Latinoamérica.
Tanto en Chile, Nicaragua, El Salvador, Uruguay, Venezuela, como en Argentina, en las décadas 60 y 70 del siglo pasado, poetas, cantores y músicos populares recurrieron al género aportando obras que aún perviven en la memoria por su originalidad y potencial simbólico, como la Cantata de Santa María de Iquique, inspirada en la masacre de los obreros del salitre en 1907. Con textos de Luis Advis, grabada en 1969 por los Quilapayún, fue estímulo y patrón inspirativo de muchas otras cantatas populares.
Argentina registra una buena nómina de estas producciones colectivas. Su compilación hoy nos aproximaría a un cúmulo de luchas que supieron protagonizar nuestras masas innominadas. Rebeliones emancipadoras, empequeñecidas o sesgadas desde entonces por la prensa y las clases dominantes, cuya épica sin embargo gravita en dichas representaciones musicales. Asimismo asistiríamos al reconocimiento de una peculiar forma de elaboración artística que fue desplegándose a la par de esos acontecimientos, en vínculo estrecho con las experiencias y el sentir del pueblo.
“El Rocazo”
Aquí damos publicación a una versión inédita, digitalizada, de la canción social-testimonial “El Rocazo” (ilustrada con fotografías del estallido cívico–popular del mismo nombre).1
Esta versión fue interpretada por su autor Roberto Omar Balmaceda,2 durante los sucesos que trascendieron con el nombre “El Rocazo”, y de los cuales él fue un protagonista activo en la ciudad de Gral. Roca (Fisque Menuco), Río Negro, Patagonia Norte, en julio de 1972.
Balmaceda, en alusión a las puebladas de esa época, esbozó: “Casi siempre había una confluencia de intereses particulares de los grupos dominantes, económicos y políticos, locales (presentados como ‘intereses generales’), y expresiones de descontento e inconformismo obrero-estudiantil y del resto de la sociedad a una situación de opresión generalizada, con movilizaciones y luchas callejeras contra las fuerzas represivas. Y, en muchos casos, de resistencia a una dictadura militar prolongada. Signos y símbolos de un período de lucha y resistencia que siguieron a la ola de insurgencia obrero-estudiantil iniciada fundamentalmente con ‘El Cordobazo’ en 1969, que abrieron un profundo debate en el campo gremial, estudiantil y político, encendiendo la mecha de un fuego que recorrerá toda América Latina”.
El compositor recordó que “en sucesivas oportunidades estas movilizaciones populares cristalizaron en distintas expresiones artísticas”, como por ejemplo en una serie de canciones que, “si bien no lograron trascender el espacio social y político local o regional, sí cumplieron en su momento un papel importante en la recuperación y mantenimiento de la memoria colectiva. Al ser silenciadas en el tiempo por los cambios políticos, los años transcurridos y caer en desuso, están irremediablemente condenadas a la desaparición, motivo por el cual se hace necesario su rescate y resignificación”.
Cantata Pueblada “El Rocazo”
Letra y Música: Roberto Omar Balmaceda
No pasó hace mucho, tal vez ni pasó
sino que está ardiendo en nuestro interior.
Hubo la asamblea, hubo represión,
pero en poco tiempo el pueblo se oyó.
Ya no hay Intendente, hay acefalía
aunque a esta la vimos en cientos de días.
Pero hoy es el pueblo de aquel panadero,
de estos estudiantes o de ese otro obrero,
el pueblo agredido, sucio y pisoteado
quien sale a la calle por cuatro costados.
Algunos comentan, fue la minoría,
no sé que hizo entonces tanta artillería,
Otros viendo gestos, heridos y fugas,
nos llamó infiltrados , zurdos y entrenados.
Ya se fue el farsante, pero cayó lava,
Es decir que sigue el volcán en llamas,
que se notifiquen los interesados,
los que no, se encierren en carros blindados
porque gritaremos como desmadrados
queremos gobierno por el pueblo armado.
Provisoriamente hicimos gobierno
anti- dictadura, anti-gran acuerdo
Y por vez primera le dimos la espalda
a un desfile de armas, que soñó la tregua.
Lástima que aquello durara tan poco
y el Gobierno Pueblo ya se había roto
No sé si con miras o por intereses de clase
algunos se erigieron jueces
y hasta condenaron actos de violencia,
olvidando qué era Zona de Emergencia.
La cosa que el Pueblo entre subversivos,
volvió fuerte al débil y cura hasta el cura,
sacó la careta a muchos disfraces
y a los disfrazados, apiló en un lado.
Que quede bien claro no somos ilusos,
aunque el objetivo pareció confuso,
ni matando al perro se acaba la rabia,
ni parchando males ganamos batallas,
El cambio avecina, hay prueba evidente,
La gente en la calle, la calle es el frente.
NOTAS:
1 El video fue realizado por Emiliano Balmaceda, cineasta, docente y escritor, con material de archivo de la época recopilado para la elaboración del documental “Atravesando nubes” sobre los hechos de “El Rocazo”, con una beca del Fondo Nacional de las Artes.
2 Roberto Omar Balmaceda es Maestro Normal; Licenciado en Servicio Social, Diplomado en Ciencias Sociales de la Salud/ FLACSO. Fue un protagonista activo de “El Rocazo” y miembro del Gobierno Provisorio Municipal de la pueblada como representante estudiantil de Nivel Superior. Ex Dirigente de la primer Comisión Directiva de UNTER (Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro). Miembro del grupo de ocho representantes comisionados por UNTER, al Congreso Constitutivo de CTERA (1973). Además, autor del “Himno a los Docentes Rionegrinos” himno oficial de UNTER. (1974).
